



Bulldog Inglés
El origen del Bulldog Inglés es bastante incierto, lo que se sabe es que provenían de perros de pelea de la Antigua Grecia que fueron cruzados con mastines, esta época era muy oscura, también conocida por los deportes sangrientos, donde los perros eran muchas veces los deportistas. Hacia 1209, las peleas de toros eran las más populares de la época, y los Bulldogs se volvieron los Gladiadores de esa época.
En 1838, el bulldog se volvió una especie en peligro de extinción, esto se debió a que se prohibieron las peleas de toros en Inglaterra, y la gente dejo de considerar al bulldog como una raza importante y dejaron de criarlos, sin embargo, Bill George, un criador inglés, se dio a la tarea de conservar la raza y la salvo de la extinción.
En un inicio, los bulldogs eran más parecidos a los mastines que los perros actuales, eran de cuerpo más ligero, altos y con las extremidades completamente rectas, a diferencia de los ejemplares de esta época, que son robustos, de corta estatura y con las patas mirando hacia el interior del cuerpo.
El bulldog Inglés de hoy en día, dista mucho de aquel de 1200, dejo el ring de pelea por la comodidad del hogar, los criadores se esmeraron para controlar la agresividad del bulldog y poderlo volver un perro de familia. Esta raza es ideal para personas con una vida citadina ya que no requiere muchos cuidados, es alegre y vivaz pero gusta de pasar mucho tiempo dormido. También es excelente con niños que les guste echarse a ver la tele con el.