



Shih Tzu
El Shih Tzu es una de las razas más antiguas que existen, aunque el origen de la raza es difícil de rastrear, se cree que data del año 1000 A.C. El nombre Shih Tzu significa “Perro León” y eran criados por el Dalai Lama, quien los entregaba a las familias reales Chinas en señal de buena suerte. Recibir uno de estos perros era uno de los mayores honores en China, ya que los Tibetanos creían que la “Leona de las nieves” un monstro mitológico, reencarnaba en estos perros.
Durante la Dinastía Ming (1368 – 1644), esta raza fue la favorita de la familia real China, cuya crianza era responsabilidad de los eunucos. De forma tal que la pagoda del Perro León era utilizada por los Eunucos para ejercitar a los perros del palacio.
El Shih Tzu que conocemos actualmente, se debe a la Emperatriz Regente Cixi (T’zu Hsi) que se dedico a perfeccionar la raza en el periodo de su reinado (1861 – 1908), ella buscaba en sus perros que fueran de compañía, sociables, no muy ruidosos, con mantos largos hasta el piso, ella buscaba “un perro Imperial que jamás debería de salir de los muros de la Ciudad Prohibida”.
A principios del siglo XX, los británicos residentes en china intentaron llevar la raza a Inglaterra, pero los perros tenían prohibido salir de china, así que los Eunucos antes de entregarlos los hacían comer cristal triturado para que los perros murieran antes de llegar a Inglaterra.
En 1928, Lady Brownrigg llevo a Inglaterra la primera pareja de Shih Tzu y empezó la crianza, posteriormente se llevaron ejemplares a Irlanda. A Noruega llevaron la única perra que procedía de la Corte Imperial China, un regalo de la Emperatriz.
En Europa se les llamo “Apsos”, sin embargo comenzó la pelea de las razas, ya que el hocico de los Shih Tzu es más pequeño que el de los Apsos, y finalmente en 1934 se separaron ambas razas de manera oficial.