El “Pug” es una raza muy antigua proveniente de China, algunos afirman que su historia data del año 1000 a.C. donde servían de mascotas de los monjes budistas del Tíbet. Este pequeño amiguito proviene del pequinés, también proveniente de China.

 

Los Pugs, al igual que los Shih Tzu y Pequinés, formaban parte de las familias reales Chinas, y estas los regalaban a diplomáticos distinguidos en señal de honor y respeto.

 

En el siglo XVII, la popularidad del Pug se disparo, cuando se volvió el perro de compañía de Guillermo I, quien llevo los primeros ejemplares de esta raza a Inglaterra. En una época donde los bichones y los caniches estaban de moda, el Pug supo pelear su lugar en la alta sociedad, y tal fue así, que toda dama que se respetase tenía a un Pug a su lado.

 

La popularidad del Pug se debe en gran parte a Inglaterra, quien crio y exporto estos perritos a todo Europa, y durante muchos años peleo por la paternidad de la raza, que finalmente se le acredito a China.

 

Antes de 1885, el color negro no era permitido en esta raza, solo se criaban Pugs color leonado o albaricoque, y los cachorros negros eran considerados mutaciones y eran sacrificados al nacer. No fue hasta 1877 que  se acepto el color negro sólido en la raza, gracias a Lady Brassey que se empeño en exhibir ejemplares de color negro en las exposiciones de belleza de Maidstone en 1886.

 

En 1885, el Pug llego a América y fue registrado en el American Kennel Club volviéndose uno de los perros favoritos de la población Estado Unidense.