En estos tiempos donde florece la cultura de dueños responsables, es cada vez más común que la gente mande a sus perros a escuelas de obediencia o que contrate entrenadores particulares para corregir la conducta de sus cachorros.
El adiestramiento de perros puede ser muy variado, depende totalmente de la edad y la raza del perro, el trato que se le da en casa, el humor del perro, sus gustos, si esta socializado o si ha creado alguna fobia.
Cuando contrates a un entrenador particular, es normal que durante la primera semana se te pida apartarte durante el entrenamiento, esto es con el fin de crear un lazo de confianza entre el perro y el entrenador, así como conocer sus gustos y poder descubrir cómo se trabajara con el cachorro.
Para un cachorro de entre 4 meses y un año, el entrenamiento de obediencia básica por lo general no debería de llevar más de 5 a 6 semanas. Entre más grande sea el perro, más puede tardar el entrenamiento.

Como descubrir que tu entrenador te está tomando el pelo:​

1. NUNCA te deja ver como entrena al perro, tu estas pagando por un servicio, y si quieres ver como entrenan a tu perro estas en todo tu derecho, además que así te aseguras que estén tratando a tu perro con respeto.
2. No te muestra el avance general del perro al finalizar la semana, muchos entrenadores manejan el adiestramiento semanalmente, y si al finalizar la semana no te muestran el avance, CUIDADO, te pueden estar tomando el pelo.
3. Después de 4 semanas, no has notado ningún cambio en el perro, es normal que durante las primeras semanas no se note una gran diferencia, pero a la cuarta semana DEBE de haber algún avance.
4. No tener referencias del entrenador, si el entrenador no te enseña a su perro muestra, no está recomendado por alguien a quien previamente haya entrenado a su perro, no lo contrates.
5. Los entrenadores de confianza han participado en competencias de obediencia, o están certificados por alguna asociación o han tomado algún curso de capacitación, puede haber quienes no tengan este tipo de credenciales, y aun así ser muy buenos entrenadores, pero esto es tirar una moneda al aire.