El Doberman es una raza relativamente joven, la raza nació en 1890 en Alemania, y fue Karl Friedrich Louis Doberman quien la creo. En estados unidos se le conoce como Doberman Pinscher, aunque en el resto de Europa es conocida simplemente como Doberman.

 

Estos perros fueron creados como perros de trabajo, y por lo tanto no todas las personas pueden ser aptas para tener un perro de estos. En sus inicios, se buscaba que el doberman fuera cazador de alimañas, sin embargo su trabajo como protector del hombre fue tan notorio que no paso mucho antes de que se empezara a criar como perro de protección.

 

Louis Doberman pasó muchos años perfeccionando esta raza, y para ello utilizo diversas razas en la creación de los Doberman.

 

Los doberman le deben su fuerza y color negro y fuego al poderoso Rottweiler, del Manchester Terrier tomo el color de sus ojos, al dogo alemán le debe su talla y al greyhound el porte.

 

Los primeros ejemplares de la raza eran muy robustos y tenían la cabeza grande y pesada, más parecidos a los Rottweilers que al Doberman actual. Tras la muerte de Doberman, muchos criadores continuaron perfeccionando la raza, entre ellos Otto Goeller, Goswin Tishler y Gustav Krumbholz. Y fue entonces cuando empezaron a estilizar a la raza para que fuera un perro más estético y elegante.

 

En 1908, se reconoció la raza en el American Kennel Club (AKC) y la raza empezó a tomar popularidad en Estados Unidos. En los años 60, se registraron varios ataques de dobermans a niños y adultos, y fue cuando empezaron a satanizar la raza como asesinos, sin embargo esto no podía estar más lejos de la realidad.

 

Debemos recordar siempre que el doberman es un perro de trabajo extremadamente fuerte, debido a su tamaño y temperamento es de vital importancia adiestrarlo correctamente en obediencia y, si se desea, en guardia y protección. No se recomienda esta raza a personas inexpertas.